La gestión de los Vehículos de Movilidad Personal está creando grandes problemas a las ciudades ya que pueden generar situaciones peligrosas por un uso indebido de los mismos. La proliferación de los patinetes eléctricos ha hecho que cada vez los veamos más por nuestras aceras.

¿Quién no se ha llevado un susto al salir de un portal con un patinete a toda velocidad o al ser adelantado cuando vas caminando tranquilamente? A esto se junta con la facilidad que estos mismos patinetes sean “liberados” o trucados para alcanzar velocidades que no están homologadas. Con la carga vía bluetooth de un sencillo programa o actualizando el firmware del mismo se puede hacer que un patinete que no debería circular a más de 25 Km/h pueda alcanzar y sobrepasar fácilmente los 40 km/h. Este cambio ilegal de las condiciones de los patinetes puede originar un peligro añadido sobre las baterías. Estas baterías están preparadas para una carga de trabajo específica y para dar una potencia controlada. Si liberamos esta potencia puede producir sobrecalentamiento de las mismas y teniendo en cuenta que dichas baterías se localizan habitualmente en la base del patinete y es la que suele golpear bordillos o baches, hace que sea un peligro real. No sería el primer caso el de un patinete que se incendia mientras se carga por tener la batería defectuosa.

Ante la falta de una normativa común para todo el país que está pendiente de aprobar por la DGT, se supone que, en el primer trimestre del año 2020, cada municipio está implantando diferentes normativas con diferentes aplicaciones. Unas normativas piden casco, otras seguros, otras luces o licencias de uso y licencia para el VMP. Unas regulan las velocidades máximas de 25 km/h y otras a 30 km/h.  La regulación de por dónde se puede circular es amplia, carriles bici, aceras, calles de un solo carril, de 2, etc.

Esto hace muy complicado la gestión y uso de los VMP, sobre todo en lugares turísticos. Si quiero viajar con mi patinete a cualquier ciudad antes tengo que buscar y estudiar la normativa local. En mi ciudad habitual es posible que pueda circular a 25 km/h y sin seguro y en mi ciudad de vacaciones necesita el seguro y una licencia de uso.

Es necesaria y urgente una regulación nacional que haga una normativa común en todo el territorio. Al mismo tiempo es necesario dotar a las policías locales de herramientas necesarias para poder cumplir la normativa como la expedición de licencias de uso, gestión de expedientes sancionadores y quizás la más importante, la comprobación de que un VMP no ha sido manipulado en caso de un control o por que se ha visto involucrado en un incidente.

Sistema Artemisa (www.sistemaartemisa.com) permite adaptarse a las normativas actuales de los municipios a la espera de la normativa común y cumplirá con la normativa que apruebe la DGT. De esta forma se podrá gestionar y controlar todos los VMP de las ciudades y se podrán asegurar que los VMP cumplen con la ley y con las homologaciones técnicas del fabricante.